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El secreto de Puente Viejo
Raimundo Ulloa
Orgulloso, apuesto, cultivado, con cierto aspecto de galán maduro, su vida no ha sido nada fácil. De estos vaivenes ha aprendido una lección que se ha convertido en filosofía vital: la dignidad está por encima de todo.
Víctima de un engaño, Raimundo perdió prácticamente todas sus posesiones, que pasaron a manos de Francisca Montenegro y Salvador Castro, e inició un imparable descenso a los infiernos, empujado por el consumo de alcohol.
Finalmente, fue rescatado y redimido por Natalia, propietaria de una taberna del lugar. Se casaron y tuvieron dos hijos, Sebastián y Emilia.
Pasó algunos años de su vida en las Américas ayudando a su hijo Sebastián hasta que decidió regresar a Puente Viejo guiado por terribles acontecimientos.
Años más tarde acabó casado con Francisca Montenegro, la que tiempo atrás fue el amor de su vida y su enemiga a partes iguales.
Después de aciertos y desencuentros a lo largo de sus vidas, marcharon del pueblo que les vio crecer. .
Es 1930 y Raimundo decide volver a Puente Viejo buscando a Francisca tras varios meses sin verla. En su afán por encontrarla, acaba enfermo, pero consigue reunirse con ella. Poco después, un terrible atentado pondrá fin a sus vidas.
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